Es un error que las marcas solo comuniquen mensajes publicitarios o enfocados en la venta de sus productos y servicios. El público busca contenido que le interese, y allí es donde entra el branded content.
Se trata de una táctica de creación de contenido que alienta a las audiencias a interactuar con la marca en función del entretenimiento, información o valor educativo, y que las vuelva más receptiva a nuestro mensaje, que se basa en quiénes somos y qué tenemos para solucionar sus problemas.
Pero de nada sirve decir sin hacer. Según Puromarketing, una acción aislada de contenido de marca no va a lograr la fidelización de clientes, y cada contenido debe estar enmarcado en una estrategia que busque establecer una relación a largo plazo entre la marcas y su público.
Un reporte de la agencia Havas asegura que el 83% de la gente espera que las marcas produzcan contenido pero el 60% coincidió en que lo que se hace actualmente es pobre, irrelevante o insuficiente. El estudio, llamado “Meaningful Brands”, consultó a 375 mil personas de 33 países sobre las 1.500 marcas líderes del mundo.
La conclusión es que hay un 71% de correlación entre la efectividad del contenido y el impacto en el bienestar individual del consumidor: mientras mejor sea el efecto real del producto o servicio en cada uno, más significativa será la marca.
Es imprescindible señalar que la mayoría de las empresas hacen un buen trabajo comunicando ventajas y beneficios, pero fallan en explicar el verdadera impacto vital de comprar sus productos o servicios. Por lo tanto, “a los consumidores no les importarían si desaparecen el 74% de las marcas”, sentencia Havas.
Finalmente, la investigación sugiere que las marcas tienen que entender qué tipo de contenido funciona para su audiencia y dónde se encuentra la oportunidad: si deben inspirar, educar, ayudar, premiar, informar o entretener; qué es lo obligatorio y qué debería descartarse.